Segunda parada: Taxonomía de Bloom

  

 ¿Qué es una taxonomía? 

 Es la Ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación. Se aplica en particular, dentro de la biología, para la ordenación jerarquizada y sistemática, con sus nombres, de los grupos de animales y de vegetales (Definición de la rae).

 Tomando ahora al señor benjamín Bloom quien en el año 1956 desarrollo su taxonomía de objetivos educativos podemos traducir desde la definición del diccionario que la taxonomía en este ámbito es el modo en el que se clasifica, estructura y comprende el proceso de aprendizaje.

 La Taxonomía de Benjamín Bloom examina diferentes miradas al dominio cognitivo. Este dominio categoriza y ordena habilidades de pensamiento y objetivos. Su taxonomía sigue el proceso del pensamiento. El cual establece que no puede entender un concepto si primero no se lo recuerda y de manera similar, no puede aplicarse conocimientos y conceptos si no se los entiende. La propuesta es un continuo que parte de Habilidades de Pensamiento de Orden Inferior (LOTS, por su sigla en inglés) y va hacia Habilidades de Pensamiento de Orden Superior (HOTS, por su sigla en inglés). Bloom describe cada categoría como un sustantivo y las organiza en orden ascendente, de inferior a superior.

 Sin embargo en 2001 un estudiante de Bloom publica una versión revisada de dicha taxonomía en la cual un aspecto clave es el uso de verbos en el lugar de los sustantivos para cada categoría, ahora se presentan de modo ascendente de inferior a superior

Taxonomía revisada de Bloom, licencia creative commons

 Los verbos anteriores describen muchas de las actividades, acciones, procesos y objetivos que llevamos a cabo en nuestras prácticas diarias de aula. Pero no atienden los nuevos objetivos, procesos y acciones que, debido a la emergencia e integración de las TIC, hacen presencia tanto en nuestras vidas y en las de los estudiantes, como en las clases e, incrementalmente, en casi todas las actividades que a diario acometemos.

Por las razones anteriores, debemos subsanar este déficit y revisar nuevamente la taxonomía para “digitalizarla”, de allí nace esta Taxonomía de Bloom para la era digital.

 Hablare ahora sobre las habilidades del pensamiento en la taxonomía de Bloom en la era digital;

Recordar: Aun cuando recordar lo aprendido es el más bajo de los niveles de la taxonomía, es crucial para el aprendizaje. Recordar no necesariamente tiene que ocurrir como una actividad independiente, por ejemplo aprender de memoria hechos, valores y cantidades. Recordar se evidencia cuando se usa la memoria para producir definiciones, hechos o listados o, para citar o recuperar material.

 Clave para este elemento de la taxonomía en medios digitales es la recuperación de material. El incremento en la cantidad de conocimiento e información significa que es imposible y poco práctico para el estudiante (o el docente) tratar de recordar y conservar todo el conocimiento actual relevante para su aprendizaje. Los verbos clave para las acciones en esta categoría son Reconocer, listar, describir, identificar, recuperar, denominar, localizar, encontrar, utilizar viñetas (bullet pointing), resaltar, marcar (bookmarking), participar en la red social (social bookmarking), marcar sitios favoritos (favouriting/local bookmarking), buscar, hacer búsquedas en Google (googling).

Comprender: La comprensión construye relaciones y une conocimientos. Los estudiantes entienden procesos y conceptos y pueden explicarlos o describirlos. Pueden resumirlos y refrasearlos en sus propias palabra.

 Los verbos clave para las acciones en esta categoría son: Interpretar, resumir, inferir, parafrasear, clasificar, comparar, explicar, ejemplificar, hacer búsquedas avanzadas, hacer búsquedas Booleanas, hacer periodismo en formato de blog (blog jurnalism), “Twittering” (usar Twitter), categorizar, etiquetar, comentar, anotar, suscribir.

Aplicar: Llevar a cabo o utilizar un procedimiento durante el desarrollo de una representación o de una implementación. Aplicar se relaciona y se refiere a situaciones donde material ya estudiado se usa en el desarrollo de productos tales como modelos, presentaciones, entrevistas y simulaciones.

 Los verbos clave para las acciones en esta categoría son: Implementar, desempeñar, usar, ejecutar, correr, cargar, jugar, operar, “hackear” (hacking), subir archivos a un servidor, compartir, editar.

Analizar: Descomponer en partes materiales o conceptuales y determinar cómo estas se relacionan o se interrelacionan, entre sí, o con una estructura completa, o con un propósito determinado. Las acciones mentales de este proceso incluyen diferenciar, organizar y atribuir, así como la capacidad para establecer diferencias entre componentes.

 Los verbos clave para las acciones en esta categoría son: Comparar, organizar, deconstruir, atribuir, delinear, encontrar, estructurar, integrar, recombinar, enlazar, validar, hacer ingeniería inversa (reverse engineering), “cracking”, recopilar información de medios (media clipping) y mapas mentales.

Evaluar: Hacer juicios en base a criterios y estándares utilizando la comprobación y la crítica. 

 Los verbos clave para las acciones en esta categoría son: Revisar, formular hipótesis, criticar, experimentar, juzgar, probar, detectar, monitorear, comentar en un blog, revisar, publicar, moderar, colaborar, participar en redes (networking), reelaborar, probar.

Crear: Juntar los elementos para formar un todo coherente y funcional; generar, planear o producir para reorganizar elementos en un nuevo patrón o estructura.

 Los verbos clave para las acciones en esta categoría son: Diseñar, construir, planear, producir, idear, trazar, elaborar, programar, filmar, animar, bloguear, video bloguear (video blogging), mezclar, remezclar, participar en un wiki (wiki-ing), publicar “videocasting”, “podcasting”, dirigir, transmitir.

 Para las categorías mencionadas antes, dejo este enlace a un documento en donde es posible profundizar cada uno de los verbos mencionados asociándolos a actividades digitales (Paginas 5 a 12).

¿Qué son las inteligencias múltiples? 

 La teoría de las Inteligencias Múltiples diferencia la inteligencia humana en tipos o modalidades específicos, en vez de conceptualizar la inteligencia como un único constructo medible. Postula que podemos aprender por diferentes vías, ya sea visual o táctil, por observación e imitación, leyendo o formulando, de forma más personal o social, calculando, hablando y/o escuchando. Por otra parte, la irrupción de las tecnologías digitales, nos obliga a diseñar e implementar procesos de aprendizaje para los estudiantes de una manera distinta. El reto consiste en analizar cómo aprende cada persona, sacar a la luz sus motivaciones y utilizar todos los recursos humanos, organizativos y tecnológicos para lograr un aprendizaje lo más eficiente posible.

 ¿Cuáles son las inteligencias múltiples? Basándome en el libro Inteligencias múltiples en el aula, de Thomas Armstrong. Puedo establecer que el ser humano posee ocho categorías o «inteligencias», a continuación paso a describirlas 

Inteligencia lingüística: Capacidad de utilizar las palabras de manera eficaz, ya sea oralmente (por ejemplo, como narrador, orador o político) o por escrito (poetas, dramaturgos, editores, periodistas). Esta inteligencia incluye la capacidad de manejar la sintaxis o la estructura del lenguaje, la fonología o los sonidos del lenguaje, la semántica o los significados de las palabras, y las dimensiones pragmáticas o usos prácticos del lenguaje.

Inteligencia lógico matemática: Capacidad de utilizar los números con eficacia (matemáticos, contables, estadísticos) y de razonar bien (científicos, programadores informáticos, especialistas en lógica). Esta inteligencia incluye la sensibilidad a patrones y relaciones lógicas, afirmaciones y proposiciones (si... entonces, causa efecto), funciones y otras abstracciones relacionadas. 

Inteligencia espacial: Capacidad de percibir el mundo visuo­espacial de manera precisa (por ejemplo, como un cazador, un escolta o un guía) y de llevar a cabo transformaciones basadas en esas percepciones (interioristas, arquitectos, artistas, inventores). Esta inteligencia implica sensibilidad al color, las líneas, la forma, el espacio y las relaciones entre estos elementos.

Inteligencia cinético corporal: Dominio del propio cuerpo para expresar ideas y sentimientos (actores, mimos, atletas o bailarines), y facilidad para utilizar las manos en la creación o transformación de objetos (artesanos, escultores, mecánicos, cirujanos).

Inteligencia musical: Capacidad de percibir (como un aficionado a la música), discriminar (críticos musicales), transformar (compositores) y expresar (intérpretes) las formas musicales. Esta inteligencia incluye la sensibilidad al ritmo, el tono o la melodía, y al timbre o color de una pieza musical.

Inteligencia interpersonal: Capacidad de percibir y distinguir los estados anímicos, las intenciones, las motivaciones y los sentimientos de otras personas. Puede incluir la sensibilidad hacia las expresiones faciales, voces y gestos; la capacidad de distinguir entre numerosos tipos de señales interpersonales, y la de responder con eficacia y de modo pragmático a esas señales.

Inteligencia intrapersonal: Autoconocimiento y capacidad para actuar según ese conocimiento. 

Inteligencia naturalista: Facultad de reconocer y clasificar las numerosas especies de flora y fauna del entorno. También incluye la sensibilidad hacia otros fenómenos naturales.   


Bibliografía: 

Inteligencias múltiples en el aula, Thomas Armstrong

Taxonomía de Bloom para la era digital

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